Cuatro mil hectáreas quemadas en el mayor incendio de Navarra en los últimos años. Quizá demasiado para los tiempos que corren.
Un descuido. Exceso de confianza. Altas temperaturas. Muchos factores.
El caso es que muchos profesionales pusieron todo para evitar que el descontrolado fuego del 25 de agosto de 2016 alcanzara a los numerosos núcleos de población cercanos. Pueyo, Tafalla, Artajona, Mendigorría...
Sólo cabe, para variar, acordarnos de esta gente cuanto hacen falta y darles las gracias por ir más allá de su trabajo. Nadie les pide que se jueguen la vida. No les pagan para correr riesgos, por más que alguno lo crea.
Son acciones que no se ven. Nadie las aprecia. Quedan en el olvido. Sin embargo, están ahí.